Ya me vuelve a mirar con sus ojos resabidos de… no te lo decía?? Pero me niego! La desilusión recorre mis ojos marcados con tiza… esto si, aquello no, de esta manera, de La otra… me agota y no quiero.
Me muestra su plan, su estrategia, un prodigio y maravilla, manual de destrucción… pero tampoco quiero eso, ya no niego la verdad y con ella me harto hasta cejas de mi misma. Siento el asalto de la tristeza y voy más allá, me niego a renunciar.
Me siento observada y no quiero ni contestar ni escuchar sus remedios. Cojeando voy, acompañada de un destino que vete a saber si es mío, no se ha presentado ni yo le he preguntado, pero no quiero hacer de mala compañía…
Sé que hay una ventana aún sin romper los cristales y está abierta todavía, vence al viento y a la lluvia, parece pequeña pero hilos de sol se cuelan hacia el interior, donde habito yo…
Y vuelta a las andadas…
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